NO TODO VALE: CRISIS HUMANITARIA EN UCRANIA, FUNDACIONES Y BUENAS PRÁCTICAS
La situación humanitaria de millones de personas en Ucrania obligadas a dejar sus casas, sus trabajos y separarse de sus familias nos ha sobrecogido. La respuesta por parte de particulares e instituciones no se ha hecho esperar.
Desde el ámbito privado, las empresas se han movilizado, realizando donaciones a ONG y canalizando, en ocasiones, la acción social de sus empleados, o de sus clientes.
En el ámbito fundacional, numerosas fundaciones se plantean ayudar. La generosidad es muy encomiable, pero desde Lealtad Instituciones queremos recalcar que las fundaciones obedecen a sus fines de interés general. Ni la gravedad de la situación desatada por la guerra en Ucrania, ni la relevancia de la causa, justificaría la colaboración o la intervención de una fundación en esta emergencia humanitaria, si sus fines no lo contemplan.
Las fundaciones son instituciones cuya única razón de ser es el cumplimiento de sus fines de interés general. Su patrimonio está afecto al cumplimiento de esos fines y, en consecuencia, todas sus actuaciones y los colectivos a los que beneficien, tienen que ser coherentes con sus fines estatutarios.
Teniendo en cuenta este principio esencial, las empresas no deberían de canalizar su solidaridad a través de sus fundaciones empresariales, si sus estatutos no lo permiten. En estas circunstancias hacemos un llamamiento a las empresas, para que sean las propias empresas las que realicen sus contribuciones a través de ONG con avalada experiencia y presencia en el terreno.